Se administra mediante la inyección con agujas muy finas y cortas (de aproximadamente 4mm) del cóctel revitalizante en toda la superficie de piel que se desee tratar. Este proceso no es doloroso y solo produce molestias muy leves, aunque en pacientes más sensibles al dolor puede aplicarse una crema anestésica antes de la sesión.

Se puede tratar toda la zona facial e incluso el cuello y el escote si es necesario. Habitualmente se recomiendan sesiones de choque en las que se realizan tres sesiones seguidas con periodos de descanso de tres semanas entre ellas. Gracias a estas sesiones conseguiremos frenar el envejecimiento y dotar a la piel de frescura, luminosidad e hidratación, consiguiendo una mejor respuesta de otros tratamientos complementarios para cuidar la piel, como el uso de cremas o la protección solar.

Este tratamiento no es definitivo ya que la piel continúa con su proceso normal de envejecimiento. En pieles muy jóvenes bastará con realizar estas tres sesiones una vez al año, pero en pieles más maduras, con arrugas finas y signos leves de flacidez, recomendamos la repetición de una sesión cada tres meses aproximadamente. Para personas cuya piel esté más deshidratada o envejecida, la asociación de una inyección en mesoterapia de hidroxiapatita de calcio ayuda a mejorar la elasticidad y combatir esa laxitud.

Tras el tratamiento no se observan marcas salvo algún tipo de hematoma en pieles más sensibles o enrojecimientos cutáneos que desaparecerán en unas horas. La incorporación a la vida normal o el deporte es inmediata, así como la posibilidad de aplicar maquillaje o utilizar cremas.