Lo ideal cuando se coloca un implante de mama es que este quede camuflado de tal manera que el aumento sea lo más natural posible y no sea evidente que la paciente lleva una prótesis.

Si los bordes del implante son visibles, sobre todo en la zona del escote el resultado estético empeora y existirá una falta de naturalidad.

Esta situación se da dependiendo de varias circunstancias:

-La delgadez de la paciente: A mayor delgadez menor cobertura del implante y por lo tanto se notará más la prótesis. En pacientes más gruesas quedará parcialmente disimulado. Por lo tanto, los planos subglandular o subfascial, darán un resultados más naturales en pacientes con más panículo graso que en las pacientes muy delgadas.

-El volumen del implante: Cuanto mayor sea este más evidente será la presencia de una prótesis.  Las pacientes que busquen naturalidad o que «la gente no sepa que llevo implantes», deberán optar por unas prótesis de menor tamaño.

-El plano de colocación: cuanto más cubierto este el implante menos visible será, por lo tanto se notarán menos sus bordes si se coloca debajo del músculo pectoral.

Si una paciente decide cambiarse los implantes porque se evidencie mucho su borde en el escote, deberá optar por la colocación en el plano submuscular o la utilización de implantes de menor volumen.

La forma de corregir esta situación es una intervención para cambiar el implante del plano subglandular al submuscular y la elección de un implante algo menos si fuese preciso.