Aunque en algunas mujeres pueda darse el caso, la cirugía mamaria no contraindica una posterior lactancia, siempre y cuando no se dañe el tejido glandular durante la intervención.
¡La glándula mamaria es necesaria para amamantar!
Antes de adentrarnos en materia, es importante tener claro una cuestión primordial, y es que para amamantar a un bebé, es necesario que exista glándula mamaria. Por este motivo en los casos de mujeres que se someten a aumentos de pecho debido a que padecen de hipoplasia mamaria severa (prácticamente ausencia de mamas), aplasia mamaria (no hay glándula mamaria) y por supuesto en mujeres mastectomizadas; la compatibilidad de cirugía mamaria y lactancia no es posible por motivos ajenos a la cirugía o a las prótesis.
Cirugía mamaria y lactancia
Una de las preguntas más frecuentes de las pacientes que acuden a nuestra consulta, es si la cirugía afectará a la lactancia en el caso de embarazo. Lo cierto es que la cirugía de mama es muy variada y su repercusión en la lactancia dependerá del tipo de intervención y de la manipulación que se realice sobre la glándula mamaria.
Cirugía de aumento mamario:
En el caso de aumentos mamarios en el que la vía de abordaje se realice a través del surco mamario o por vía axilar, podemos afirmar que la afectación a la lactancia será prácticamente inexistente. En esta situación la implantación de la prótesis se realiza por debajo de la glándula, sin cortar en ningún momento los conductos galactóforos (aquellos encargados de transportar la leche desde los lóbulos mamarios hasta el pezón).
En cambio, cuando la incisión se realiza por vía periareolar, es necesario atravesar la glándula mamaria para colocar el implante, seccionando por consiguiente muchos de estos conductos. Aun así los galactóforos que se verían afectados serían los inferiores, por lo que la lactancia seguiría siendo posible. Eso sí, la probabilidad de mastitis aumentaría debido a la localización de la cicatriz. También se han descrito más contracturas capsulares de los implantes postlactancia.
Cirugía de reducción mamaria y lactancia:
La cirugía de reducción mamaria es una de las intervenciones con más posibilidades de afectar a la lactancia, ya que para llevarla a cabo es necesario seccionar algunos de los conductos galactóforos. De todas formas esta intervención no la imposibilita necesariamente, ya que tras la operación algunos de los conductos siguen activos y hasta otros dañados por la cirugía, pueden volver a conectarse, formando nuevos caminos que permiten volver a transportar la leche de las glándulas al pezón. Este último procedimiento es conocido como “recanalización”.
Al igual que en la cirugía de aumento, el aspecto que más afecta a la lactancia es el manejo quirúrgico de la areola o pezón. Por ello, en las cirugías que se utiliza la técnica de areola-pezón libre, en la que se corta la unión de la areola con el resto de la mama, hace que la posibilidad de lactancia sea nula.
Por el contario, las intervenciones que utilizan pedículo (tejido que contiene nervios, venas, arterias y conductos galactóforos), ofrecen mejores resultados para la lactancia ya que preserva la inervación nerviosa.
En cualquier caso, para comprobar si está afectada a la glándula mamaría y si es así, en qué grado, es necesario iniciar el amamantamiento.
En definitiva, si quieres someterte a una cirugía mamaria pero quieres quedarte embarazada en un futuro no muy lejano, pregunta todas tus dudas a tu cirujano plástico, y él se encargará de asesorarte y ofrecerte la solución más adecuada a tus necesidades.
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