El tiempo pasa….
A medida que pasa el tiempo, y en función de nuestra genética, comienzan a aparecer pequeñas arrugas en torno a los ojos que se irán transformando en surcos más marcados poco a poco; la laxitud tisular dará paso a un exceso de piel de los párpados y/o a las tan temidas bolsas; el extremo externo del ojo descenderá en su posición y éste se redondeará; las cejas se acercarán al ojo en su zona más externa, presentando un exceso de grasa que las hará parecer más pesadas; se marcarán los surcos lacrimales y la piel se pigmentará.
Todos estos cambios alterarán la expresión de la mirada, dándonos un aspecto de estar cansados, inapetentes, enfadados o hastiados; en resumen, los ojos dejarán de reflejar nuestro espíritu aún jovial para hacernos parecer agotados y sin entusiasmo desde por la mañana.
….Pero sus huellas se pueden borrar
Hoy en día existen muchos tratamientos quirúrgicos y no quirúrgicos que de forma aislada o combinados, en función de nuestra edad y características físicas, conseguirán disminuir, disimular y siempre retrasar los efectos del envejecimiento, despejando esta zona que rodea a los ojos, y permitiendo así a nuestros interlocutores perderse realmente en nuestra mirada.
Blefaroplastia
Si existe un exceso importante de piel en los párpados, asociada a la presencia de bolsas grasas marcadas, será necesario realizar una blefaroplastia. Esta cirugía palpebral, realizada con anestesia local y de forma ambulatoria, con una rápida recuperación en el postoperatorio y apenas dolorosa, es un arma terapéutica extraordinaria que nos devolverá varios años de juventud en apenas hora y media.
Las bolsas grasas podrán ser extirpadas o reposicionadas según su volumen y en algunos casos utilizadas como material de relleno para los surcos lacrimales, la zona orbitaria inferior e incluso las arrugas glabelares. Una técnica de vanguardia que está dando resultados excelentes.
Las cicatrices son apenas visibles y en personas no muy mayores, con buena calidad de piel, las bolsas inferiores pueden ser intervenidas a través de una mínima incisión en la conjuntiva de la cara interna del párpado inferior, por lo que no dejarán ninguna.
Cantopexia
Otra pequeña intervención llamada cantopexia, servirá para dar tensión y elevar el canto externo del ojo, produciendo un aspecto más rasgado y juvenil de los mismos.
Además el exceso de grasa subcutánea de la cejas puede ser extirpada favoreciendo así la elevación de las mismas y la definición del arco orbitario a este nivel.
Otros tratamientos de rejuvenecimiento facial
Un tratamiento con toxina botulínica o la cirugía de suspensión de la cola de la ceja con hilos o puntos de tracción, contribuirán aún más a elevar el extremo de las cejas y a darnos una mirada despierta.
¿Y qué hacer cuando la fina piel de los párpados comienza a cuartearse y arrugarse? Las sustancias de relleno específicamente diseñadas para estas zonas como el ácido hialurónico Redensity II, no tienen apenas capacidad de hidratarse, permitiendo el tratamiento de estas arrugas y surcos sin edematizarse. Otra magnífica opción es el colágeno que además de rellenar estas arrugas y los surcos lacrimales hundidos, consigue atenuar el color de la piel de la ojera por ser de color blanco. No retiene agua, es totalmente absorbible, biocompatible, e induce formación de colágeno en la zona, mejorando así la calidad cutánea.
Y por supuesto, la utilización de peelings de intensidad media en esta zona junto con tratamientos de luz pulsada intensa y mesoterapia con vitaminas antioxidantes devolverán la luminosidad y la frescura a esta piel y frenarán el inevitable avance del tiempo, o por lo menos sus efectos visibles.
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